Te
escribo esta nota porque en ella quiero explicarte algunas cosas que entiendo
como mujer, que experimento como mujer y que vivo como mujer, pero ya no cómo lo hacía la mujer que yo era hace veinte o treinta años.
Soy una mujer a la que le gusta llegar lejos cuando se trata de rondar los límites, viajar ligera
cuando se trata de afrontar las penas.
No
espero de vos más que empatía, comprensión, atención, respeto, constancia y
coherencia, porque creo que si uno entra a una relación es para valorar,
recibir y dar todo eso, si no, pues es mejor quedarse uno solo o juntarse con
gente que solo quiera pasar el rato.
Pero si
lo que querés conmigo es ir al siguiente paso, tenés que saber que ese es el
precio y que, al pedir, estoy también asumiendo que tenés tu lista de cosas que
te gustan y a partir de ahí podremos tal vez trabajar juntos en eso.
Ya no
estoy para jugar a ver qué pasa, ya no espero alguien con quien construir mi
futuro, no necesito que otro me valide, no tengo tiempo para esperar días a que
me llamés o me escribás, ni meses para ver si de verdad podríamos llegar a algo
o no.
Yo sé
cuidarme sola, sé vestirme sola, puedo proveerme el alimento, el transporte, no
necesito de vos para nada de eso. Pero sí requiero que seás parte de lo que sea
que estamos emprendiendo, que estés, que tu nivel de entrega sea como el mío,
si no… ¿Para qué estamos jugando a querernos?
Ya no
soy una niña, ni siquiera una joven, por eso siento y actúo con una intensidad
muy diferente: respondo según lo que recibo.
Y no
quiero pasar noches pensando, tratando de descifrar qué sentís, qué querés, qué
podría pasar entre los dos. Ahora quiero que lo conversemos y ya. Para mí es
sencillo: ¿Te gusto?, ¿Me gustás? Lo intentamos y que sea una experiencia que
dure el tiempo que tenga que durar, sin forzar, sin luchar, sin obligar, sin
lastimar.
En el
momento en que uno de los dos sienta que no puede responder de igual manera, o
que uno de los dos crea que no está recibiendo lo que da en una medida justa,
conversamos, revisamos y tomamos una decisión: Tratamos un poco más a ver si
mejora, o nos dejamos en paz sin dramas.
Yo sé
que hay muchas mujeres ya maduras que tal vez no hagan las cosas así, sé
también que las hay que solo quieren pasar un buen momento. Pero bueno, para
eso es la variedad, para que todos podamos recibir lo que creemos justo, lo que
sintamos acorde con lo que estamos ofreciendo.
También
sé que es normal que las relaciones terminen con problemas, en dramas eternos,
lágrimas y peleas; pero no todas las personas pensamos que tenga que ser así y
podemos conscientemente conversar, especular y decidir que, si algo no está
funcionando, es mejor que quede ahí.
Lo
escribí ya: sin dramas, ni peleas, ni ofensas, ni daños a terceros.
Pero si
lo posible es continuar, construirse y un poco apoyarse, sacar adelante los
proyectos, juntarse muchas veces y planear el ahora y el futuro, pues tampoco
tengo nada en contra de eso, sé también caminar de a dos y estoy dispuesta. En
realidad no es tan complicado: todo depende de ambos.
- 5:33 p.m.
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